Ven, te invito a que rompas mi corazón
Saben a veces pienso
que no encajo en este planeta, veo a la gente conversar, reír, besarse y luego
veo hacia mi derecha y no hay nadie, luego la izquierda, tampoco, entonces me
doy cuenta que estoy completamente sola.
Quizás podría tener
alguna compañía, pero me han decepcionado tanto que he valorado mi tiempo a
solas, pero también hay veces en las que solo imploro para que alguien se
acerque, miro hacia el cielo y digo, por favor que alguien venga y me rompa el corazón.
Pero que realmente lo
haga, que me ame apasionadamente y luego se marche sin dar una razón, quiero
experimentar eso, un amor tan fantástico que me tenga horas despierta.
Quizás todavía no deba
experimentarlo porque es un dolor muy agudo, un dolor que carcome por dentro y
que quizás yo como lo sensiblera que soy no logre superar muy bien, pero es
mejor sentirlo a preguntarme como seria.
Me quedo pensando,
hablar no es una opción, pero que la gente venga sola tampoco.
Quiero que mi corazón se
acelere al escuchar su nombre, que mis manos tiemblen al acariciar su cara, y
que el mundo se detenga al tocar sus labios, pero es difícil, es demasiado difícil
encontrar a alguien que te quiera todos los días, pero si tan solo uno se diera el tiempo de hacerlo no
sería tan complejo sabes, no me complico por pequeñas cosas, tampoco quiero
alguien que me sofoque, que me llame cada cinco minutos, eso no va conmigo.
Conmigo va un mensaje
a las 8 de la mañana diciendo, que tengas un lindo día, una llamada para
decirme que solo querías escuchar mi voz y un te quiero sincero, lo demás no me
importa.
Ya no me creo eso de
que todo es a su tiempo, porque llevo un montón esperando, mi ilusión está
cambiando, cada segundo que pasa me hago más vieja y estoy empezando a perder
la esperanza y pensando en el conformismo.
A ese alguien que aun
no aparece le tengo una invitación, ven, con calma, no te asustes, la asustada debería
ser yo, porque quiero que me rompas el corazón, si, firme y claro, no te
ahorres esas palabras de que yo no te haría daño, porque lo terminaras haciendo
algún día, quizás sin quererlo, pero lo harás, y ahí estaré yo con mis lagrimas
en la mejilla y el corazón en las manos, pero muy dentro de mí una luz estará despierta, porque estoy sintiendo algo, porque ya no soy
víctima de la incertidumbre, porque quise, me quisieron y lo superare.
Cuando te hayas ido, será
difícil pero podre ser feliz, saldré a la dar una caminata y las imágenes de
aquella gente, conversando, riendo, besándose, ya no serán una tortura para mí,
sino un recuerdo de lo que viví contigo, y sonreiré, por ti, por mi y por lo
que viene.
Precioso, lo que escribisté, me tocó el corazón.
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